“Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho.”
Jean Jacques Rousseau
Carta de Victor Hugo a Adéle Foucher (fragmento)
20 de octubre en la noche
Esta es una carta muy importante, Adéle; de ahora en adelante todo entre
nosotros depende de la impresión que te cause. Trataré de ordenar
coherentemente algunas ideas, y ciertamente tendré que desvelarme esta
noche peleando de nuevo. Voy a hablarte seria e intimamente, y sólo
deseo que ello pueda ser en persona, porque entonces podré tener tu
respuesta (que esperaré con gran impaciencia) en el acto, y juzgar por
mí mismo, por tu expresión, el efecto que mis palabras están teniendo
sobre tí, un efecto que será crucial para decidir nuestro futuro común.
Hay una palabra Adéle, que aparentemente hasta ahora hemos tenido miedo
de usar -la palabra amor-, no obstante que lo que siento por tí es amor
genuino; el problema es uno de complicidad: si lo que sientes por mí es
también amor.
Esta carta removerá esta duda, sobre cuya resolución depende mi vida entera. [...]
................................