Flor del hibisco
por Marco Martos
Como luce la flor del hibisco cuando llega el verano,
la niña es hermosa, roja la cara, chapoteando en la acequia
entre los gritos de alegría de todos los pequeños
en la tarde de nubarrones y aguaceros desesperados.
Han subido las aguas y un río de furia adolescente
corta las antiguas calles del pueblo soledoso.
Uno a uno los infantes se lanzan desde el puente diminuto
y nadan victoriosos en las turbulentas aguas.
La niña no duda, se arroja a los remolinos marrones,
bracea en medio de las corrientes contrarias
y sale a la orilla llena de lodo, yuyos y lástimas.