Regalo para el niño
Te regalo una paz iluminada.
Un racimo de paz y de gorriones.
Una Holanda de mieses aromada.
Californias de melocotones.
Un Asia sin Corea ensangrentada.
Una Corea en flor, otra en botones.
Una América en fruto sazonada.
Y un mundo con azúcar de melones.
Te regalo la paz y su flor pura.
Te regalo un clavel meditabundo
para tu blanca mano de criatura.
Y en tu sueño que tiembla estremecido
hoy te dejo la paz sobre tu mundo
de niño, por la muerte sorprendido.