viernes, agosto 24, 2018

Rosa roja por Marco Martos

Rosa roja por Marco Martos

Rosa roja por Marco Martos

Caminando encontraste una rosa en un jardín,
solitaria, alejada del mundo y de toda admiración.
La belleza, te dijiste, no necesita ser contemplada
para ser ella misma, roja, radiante, entera en sus pétalos
que portan lo más divino creado en los jardines de la humanidad.
Sin embargo, permaneces confinada, con tu hermosura escondida
que nadie sino la poesía puede decir
como en un maravilloso espejo de agua
donde voy adivinando tu insólito perfil.
Poema del libro "Mar del sur"

 

viernes, agosto 17, 2018

ALTAZOR "EL VIAJE EN PARACAÍDAS" CANTO VI (TEXTO COMPLETO)

 

ALTAZOR


ALTAZOR "EL VIAJE EN PARACAÍDAS" CANTO VI (TEXTO COMPLETO)

CANTO VI
Alhaja apoteosis y molusco
Anudado
noche
nudo
El corazón 
5
Esa entonces dirección
nudo temblando
Flexible corazón la apoteosis
Un dos tres
cuatro
10
Lágrima
mi lámpara
y molusco
El pecho al melodioso
Anudado la joya
15
Con que temblando angustia
Normal tedio
Sería pasión
Muerte el violoncelo
Una bujía el ojo
20
Otro otra
Cristal si cristal era
Cristaleza
Magnetismo
sabéis la seda
25
Viento flor
lento nube lento
Seda cristal lento seda
El magnetismo
seda aliento cristal seda
30
Así viajando en postura de ondulación
Cristal nube
Molusco sí por violoncelo y joya
Muerte de joya y violoncelo
Así sed por hambre o hambre y sed
35
Y nube y joya
Lento
nube
Ala ola ole ala Aladino
El ladino Aladino Ah ladino dino la
40
Cristal nube
Adónde
en dónde
Lento lenta
 ala ola
45
Ola ola el ladino si ladino
Pide ojos
Tengo nacar
En la seda cristal nube
Cristal ojos
50
y perfumes
Bella tienda
Cristal nube
muerte joya o en ceniza
Porque eterno porque eterna
55
lento lenta
Al azar del cristal ojos
Gracia tanta
y entre mares
Mira mares
60
Nombres daba
por los ojos hojas mago
Alto alto
Y el clarín de Babel
Pida nácar
tenga muerte
65
Una dos y cuatro muerte
Para el ojo y entre mares
Para el barco en los perfumes
Por la joya al infinito
70
Vestir cielo sin desmayo
Se deshoja tan prodigio
El cristal ojo
Y la visita
flor y rama
75
Al gloria trino
apoteosis
Va viajando Nudo Noche
Me daría
cristaleras
80
tanto azar
 y noche y noche
Que tenía la borrasca
Noche y noche
Apoteosis
85
Que tenía cristal ojo cristal seda cristal nube
La escultura seda o noche
Lluvia
Lana flor por ojo
Flor por nube
90
Flor por noche
Señor horizonte viene viene
Puerta
Iluminando negro
Puerta hacia ideas estatuarias
95
Estatuas de aquella ternura
A dónde va
De dónde viene
el paisaje viento seda
El paisaje
100
 señor verde
Quién diría
Que se iba
Quién diría cristal noche
Tanta tarde
105
Tanto cielo que levanta
Señor cielo
cristal cielo
Y las llamas
 y en mi reino
110
Ancla noche apoteosis
Anudado
la tormenta
Ancla cielo
sus raíces
115
El destino tanto azar
Se desliza deslizaba
Apagándose pradera
Por quien sueña
Lunancero cristal luna
120
El que sueña
El que reino
de sus hierros
Ancla mía golondrina
125
Sus resortes en el mar
Ángel mío
tan obscuro
tan color
Tan estatua y tan aliento
Tierra y mano
130
La marina tan armada
Armaduras los cabellos
Ojos templo
y el mendigo
Estallado corazón
135
Montanario
Campañoso
Suenan perlas
Llaman perlas
El honor de los adioses
140
Cristal nube
El rumor y la lanzada
Nadadora
Cristal noche
La medusa irreparable
145
Dirá espectro
Cristal seda
Olvidando la serpiente
Olvidando sus dos piernas
Sus dos ojos
150
Sus dos manos
Sus orejas
Aeronauta
en mi terror
Viento aparte
155
Mandodrina y golonlina
Mandolera y ventolina
Enterradas
Las campanas
Enterrados los olvidos
160
En su oreja
viento norte
Cristal mío
Baño eterno
el nudo noche
165
El gloria trino
sin desmayo
Al tan prodigio
Con su estatua
Noche y rama
170
Cristal sueño
Cristal viaje
Flor y noche
Con su estatua
Cristal muerte
175

miércoles, agosto 15, 2018

Apartado lugar por Marco Martos

 
Apartado lugar  por Marco Martos

Apartado lugar 
por Marco Martos
 
En las tardes corrías por la alfombra verde del arroz.
¿Cómo sabían los pájaros la inmensidad de tu interior?
Con los picos buscaban la blanquísima leche
o se quedaban quietos, dejándote pasar.
Ni ellos tenían miedo, ni tú temor.
Oro en los cielos y rosa en la azul inmensidad.
Cuando llegaba la noche, en esa lóbrega oscuridad,
tus amplios vestidos luminosos eran la señal
de la continuidad de la vida en ese apartado lugar.
 
 

 

 

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