Mixha Zizek |
El dulce encanto de la ficción: el escritor en su laberinto Por Mixha Zizek |
El dulce encanto de la ficción: el escritor en su laberinto Por Mixha Zizek
“Cuando quedas atrapado en la destrucción, debes abrir una puerta a la creación. (…)Soy lo que soy.” A.Nin
La realidad está tejida de
ficciones que nos llevan a recrear una historia. Esta historia
trabaja muchas veces con la realidad para construir un discurso que
mediatiza entre la verdad y la falsedad. Lo interesante es convencer
al ojo avisor que revisa el texto, si ese mundo expuesto corresponde
al mundo que circunda a nuestro alrededor o es solamente un
artificio. Ese molde puede estar situado en la magia de un mundo
alterno o ser simplemente un enigma trasversal de alguna idea
peregrina que trascurre por nuestras mentes. Sea lo que sea la ficción
construye enigmas más allá de lo ideológico o meramente político.
Transforma y produce una realidad que se convierte en un vínculo entre
el lector y el escribano.
Para muchos
la historia narrada tiene que ser recreada en su totalidad por meros
artilugios que lleven al lector a sucumbir bajo el embrujo del relato.
Esa interacción y puedo acotar enamoramiento a primera vista entre
el lector y el escribiente. Sin embargo, la realidad es otra cosa,
habitualmente el cuento no es una sucesión de sorpresas sino una
progresión de descubrimientos que nos llevan a hurgar – poniéndonos en
los zapatos del lector – más allá de lo evidente. No podemos llenar
al lector de meros artificios sin sentido que no tienen ningún cauce,
debemos recordar que cada palabra, trama, nombre o explicación sea
repetitiva o velada existe por algún motivo sin reserva alguna. Y
muchos escribanos pecan de anticipación o de ocultamiento extremo; que
a veces lleva que el texto se convierta en un lugar común, que
turbe la persistencia del lector en seguir una pista o se pierda en un
abstracto de palabras sin sentido que no los llevará a ningún
horizonte.
A causa de
crear un artículo para un amigo me encontré escribiendo este texto
sobre qué es ficción para mí. Me he preguntado cientos de veces sobre
qué representa la ficción en la actualidad y me aúno a Faulkner “los
escritores que hacen ficción son fabuladores” en el buen sentido de
la palabra. La idea puede surgir del modo más imprevisto y de la
historia más notable que uno puede conocer y establecer una suerte de
signos y tramas que lleven a elaborar o construir una intriga. Es muy
claro no hay ficción sin intriga. Podemos atormentarnos pensando
muchas noches como empezará esa historia y cómo lograremos envanecer
a nuestros personajes y de qué modo surgirán a través de los
acontecimientos que nosotros inventaremos para ello. Lo que es cierto,
es que a nuestro personaje (sea siniestro o invisible) lo situaremos
eventualmente encima de un árbol, saliendo de una iglesia, mirándose
al espejo, presenciando un crimen o dentro de un crimen (he tomado
los inicios de novelas consagradas) como bien lo dice Faulkner
todo depende de la perspectiva desde y cómo se presente al personaje.
Sin olvidarnos el punto de vista. Porque al cambiar el punto de
vista cambia la historia y todo lo que viene junto con ella.
Podríamos imaginarnos a una niña presenciando un crimen desde un árbol
quien a su vez nos empieza relatando la historia o dar un giro y ver
la perspectiva donde la niña sufre la consecuencia del crimen. En
ambas la niña cuenta la historia en una es una simple testigo y en la
otra la protagoniza. Queremos ir más lejos la niña comete el crimen y
nos relata la historia. Para pensar en estas tres perspectivas
tuvimos que fabular, darle un sentido moral o simplemente se lo
quitamos o mejor aceleramos el sentido y le damos un toque urbano con
ingredientes de malicia. La voz del relato variara desde la
perspectiva que lo enfoquemos y nos dará una visión múltiple de la
misma historia. Son los acontecimientos los que nos llevarán a ese
desarrollo en el cual nosotros seamos lectores o escribientes
elegiremos el final o simplemente nos amoldaremos a un simple
movimiento de tuerca buscar el sentido en el sin sentido o
viceversa.Para rastrear y crear universos plenos para los que quieren
compartir e introducirse de lleno en nuestras fabulaciones con el
encanto que se merece. Sin dejar de recordar que todo laberinto sea
real o ficticio tiene una salida y producir esos pasadizos es tan
importante como crear la puerta de escape. Aunque sólo sea para
nosotros mismos.
Fuente
http://mixha-zizek.blogspot.com/El dulce encanto de la ficción: el escritor en su laberinto Por Mixha Zizek |
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De mis manos brotarán
amapolas rojas como la sangre.
Así, quizás mi poesía sea eterna.
MI POESÍA SOY YO
FANNY JEM WONG M
LIMA - PERÚ