POESÍA DE MARIANO LOZANO-PLATAS

 

POESÍA DE  MARIANO LOZANO-PLATAS

 POESÍA DE  MARIANO LOZANO-PLATAS

POEMA DE MARIANO LOZANO

Me siento extraño
ya no hablo con el cielo.
El agua salpica mi cara, con un trueno por reproche.
Respiro.

Es incómodo. Ya no cubre mi mano el pelo protector.
Oigo música indefinible por nueva.
Miro las estrellas. Todo es tan oscuro ahora…
La memoria es curiosa historia de locos.
Prefería los arboles a esta jaula fría.
Ahora puedo llorar.
Dos lágrimas salen por la borda.
¿Qué crimen estoy pagando?
¿Por qué tuve que crecer?

Soy un mono confuso
asustado ante este estado perfecto de la creación.
¡El centro del universo!, y me alejé del sol
erizando el suelo de piedras.

Madre: ¿Qué te hice?
¿Veré un nuevo futuro en tu seno?
Cuando apenas era bípedo te amaba.
Es extraño este odio que siento.
Este disparo. Burbuja de champán en la copa de barro.
Bebo la sangre de mi propio hermano.
He coleccionado cosas sin sentido.
Probé el plato prohibido. Me envenené con su dulzura.
Carne del padre sacrificado a la locura.

Quisiera ser de nuevo inocente;
Inmolar todo el pasado y respirar de nuevo aire puro;
coger manzanas maduras que crecen en el centro de mis sueños;
volver a soñar plácido, ebrio.
Reposar en la rama del árbol que sostiene el mundo;
ser presa y no cazador;
volver atrás. A la selva, antes de todo. La nada.
El mundo era entonces infinito.
Ahora el universo entero me cabe en un papel.
He trabajado duro y ahora solo veo el hoyo de mi sepultura.

Me siento extraño, frío y vacío.
¿Que dios puede ahora ayudarme, si perdí la llave de la puerta
que lleva a la cordura?
¿Quién cobijara mi pellejo arrugado?

No era tan fría la urna, ni tan oscuro el útero de piedra.
Eran bellos aquellos cuentos
con los que aprendí a ser mayor.
Soplé la flauta de hueso de mi primera pieza.
No sabía mal…no olía mal.
Con su sangre, pinté mi pecho y mi rostro
y ahora, en la oscuridad de la noche,
estoy solo con mis recuerdos no vividos.
En mitad de mis negocios. Absorto, retorcido;
cocido en un mar de espumas negras.
Alcanzando la luna de mis padres.

Volar no me ha ayudado.
He perdido el camino de regreso
mirando la televisión, donde veo el mundo.
¡Ese no es el mundo real!
Extraña esta «no-realidad» vivida tan de cerca.
Máquinas...
Algún día ellas desearán ser parte de lo que fueron.
Uno con uno. Padre…Madre…

Siento. Pienso.
Puedo gritar lo que deseo. Tenerlo casi todo……
Un fracaso desbocado, predispuesto al último acto de voluntad.
Mi muerte.
¡Oh sanna!. Preciado silencio…


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