Carta de Simone de Beauvoir a Jean Paul Sartre
Querido pequeño ser:
Quiero
contarle algo extremadamente placentero e inesperado que me pasó: hace
tres días me acosté con el pequeño Bost. Naturalmente fui yo quien lo
propuso, el deseo era de ambos y durante el día manteníamos serias
conversaciones mientras que las noches se hacían intolerablemente
pesadas. Una noche lluviosa, en una granja de Tignes, estábamos tumbados
de espaldas a diez centímetros uno del otro y nos estuvimos observando
más de una hora, alargando con diversos pretextos el momento de ir a
dormir. Al final me puse a reír tontamente mirándolo y él me dijo: "¿De
que se ríe?". Y le contesté: "Me estaba preguntando qué cara pondría si
le propusiera acostarse conmigo". Y replicó: "Yo estaba pensando que
usted pensaba que tenía ganas de besarla y no me atrevía". Remoloneamos
aún un cuarto de hora más antes de que se atreviera a besarme. Le
sorprendió muchísimo que le dijera que siempre había sentido muchísima
ternura por él y anoche acabó por confesarme que hacía tiempo que me
amaba. Le he tomado mucho cariño. Estamos pasando unos días idílicos y
unas noches apasionadas. Me parece una cosa preciosa e intensa, pero es
leve y tiene un lugar muy determinado en mi vida: la feliz consecuencia
de una relación que siempre me había sido grata. Hasta la vista querido
pequeño ser; el sábado estaré en el andén y si no estoy en el andén
estaré en la cantina. Tengo ganas de pasar unas interminables semanas a
solas contigo.
Te beso tiernamente,
Tu Castor.
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De mis manos brotarán
amapolas rojas como la sangre.
Así, quizás mi poesía sea eterna.
MI POESÍA SOY YO
FANNY JEM WONG M
LIMA - PERÚ